El desafío de integrar la IA al diseño curricular universitario

La Inteligencia Artificial se presenta como una herramienta de aprendizaje y un campo de estudio emergente en el seno de la educación. Para el coordinador académico de la Maestría en Tecnologías de la Información en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Eduardo Zamudio, la clave reside en “entender que hay un conjunto de herramientas que pueden contribuir significativamente a resolver problemáticas y mejorar la calidad educativa”.

 

(Redacción Universidades NEA). “La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) viene redefiniendo no solo la manera de abordar las actividades cotidianas, sino también las formas de aprender y enseñar” asegura  Eduardo Zamudio, doctor en Ciencias de la Computación y coordinador académico de la Maestría en Tecnologías de la Información en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).

En el marco de una entrevista con Actualidad Universitaria – publicación del Consejo Interuniversitario Nacional -sobre el impacto que la IA está teniendo en diversos ámbitos de la sociedad y especialmente en el terreno educativo, Zamudio advirtió que “cada vez hay más herramientas que permiten resolver más cuestiones. Hoy en día, nuestros estudiantes, lo queramos o no, utilizan YouTube o Chat GPT como herramienta de aprendizaje, relegando el libro a un segundo plano incluso. Esto no significa que sea algo bueno o malo, sino que debemos ser conscientes de que estas herramientas,  pueden ser de gran ayuda para la educación; como educadores, también es nuestra responsabilidad ampliar la perspectiva y comprender que existen diversos recursos disponibles”.

El coordinador del posgrado que dicta la UNaM señala que “cada uno de ellos, ya sea YouTube, ChatGPT, un libro, apuntes, un tutor o un asistente de IA, nos aporta una parte de lo que necesitamos para aprender; no obstante, ninguno de ellos representa la solución completa ni es suficiente para resolver todas las tareas. La clave reside en entender que hay un conjunto de herramientas que pueden contribuir significativamente a resolver problemáticas y mejorar la calidad educativa”.

Desde la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM, se han desarrollado proyectos que exploran cómo las tecnologías pueden contribuir justamente a la resolución de problemas regionales y educativos. El análisis de contenidos académicos, la identificación de parásitos en imágenes de laboratorio, y otros asuntos, encuentran en la IA una herramienta fundamental para el desarrollo de la investigación y la gestión educativa.

“El avance de la IA en la educación no está exento de debates éticos. Mirando hacia el futuro, se puede mejorar significativamente la educación, siempre y cuando se entienda y se utilice la IA de manera responsable. Y su integración en las currículas universitarias es un paso fundamental para preparar a las y los estudiantes para un mundo laboral cada vez más tecnológico” observó Zaumidio.

En líneas generales, existe un consenso entre especialistas de las universidades públicas del NEA, en cuanto a que la inteligencia artificial plantea retos para la identidad estudiantil y el rol docente en todo el país. Ante ello, se impone el desafío de “aprovechar su potencial para fomentar una alfabetización digital desde el  reconocimiento de que esta tecnología promueve el pensamiento crítico”.